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Intervención realizada el pasado mes de junio para rescatar a animales víctimas del síndrome de Diógenes de una persona.

Como estamos acostumbrados a leer, nuestra profesión está llena de altibajos (más bajos que altos, de hecho).

Afortunadamente creemos que hay más gente que quiere a los animales que los que no, pero los que no, se hacen notar más y pueden hacerles sufrir más de lo que los demás les podemos ayudar.

En este caso el sufrimiento causado a los animales no ha sido de forma voluntaria o consciente (si queremos denominarlo así), pero a nosotros la situación nos duele igual.

Hace unas semanas nos llamaron de la Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos (AMTA), para acudir a una vivienda en la que la dueña sufría del síndrome de Diógenes y había almacenado, además de muchísima basura, un montón de animales en las peores condiciones.

Al llegar a la vivienda la imagen era desastrosa: leña, carros, macetas, jaulas, cajas y una multitud de cosas se apilaban en el patio de la entrada desprendiendo un fuerte olor que nos obligó a llevar trajes especiales para acceder.

Estado de la vivienda

Estado de la vivienda

En el interior ya empezamos a encontrar a algunas aves en carros de supermercados y perros hacinados en pequeños habitáculos. Al seguir avanzando por la vivienda no dejamos de encontrar basura acumulada en todas las estancias. En un patio interior nos encontramos a un perro con síntomas de inanición, desnutrición y suciedad.

En la segunda casa contigua a la primera y propiedad de la misma persona, encontramos decenas de perros atados con cadenas muy cortas o dispuestos en pequeñas jaulas colocadas a modo de nichos. Todos se encuentran en muy mal estado, tienen algún recipiente con agua negra y sucia a la que no pueden acceder por lo cortas que son las cuerdas que les atan.

Perros hacinados

Perros hacinados

La AMTA nos pidió ayuda porque la situación era muy complicada. Según recoge el propio informe de la AMTA, la gran cantidad de animales en el inmueble, así como la negativa inicial a colaborar de los organismos implicados, no fue posible desalojar la vivienda el mismo día por la mañana, por lo que se tuvo que volver por la tarde, ahora sí, junto a los organismos que en principio dieron su negativa a ayudar y a dar una solución a tal cantidad de animales.

Nosotros nos llevamos a la cantidad de perros que pudimos, porque actualmente la capacidad de nuestra protectora está al máximo y no se nos permite sobrepasar la cantidad de animales estipulada por el ayuntamiento, aunque hacemos siempre todo el hueco posible para que no se queden en la calle y tengan un sitio en el que estar hasta que les encontremos una familia.

Es duro ver cómo en verano los abandonos se multiplican diariamente y ver que las adopciones son inferiores al número de abandonos. Es duro que de repente tengas que traerte de una vivienda 10 nuevos casos a sumar a los muchos que ya tenemos.

Es muy duro vivir con esto cada día y ver cómo a los animales, por ser animales, en muchas ocasiones no se les confiere la calidad de ser vivo y se les trata como a viejos juguetes abandonados.

Os pedimos que difundáis este texto, que compartáis en todos los medios posibles, QUE ADOPTÉIS, que digáis a vuestra familia y amigos que adopten, que inculquéis a los niños el respeto por los animales… Porque en la raíz está todo: «Si un hombre aspira a una vida correcta, su primer acto de abstinencia es el de lastimar animales», Tolstoi y muchos otros grandes de la historia sabían perfectamente cómo medir a la sociedad basándose en cómo tratamos a los animales, ¿qué tipo de sociedad somos y queremos ser? ADOPTEMOS, NO AL MALTRATO ANIMAL.

Aquí podéis encontrar a algunos de los animales rescatados ese día, échale un vistazo y comparte, adopta 🙂